El término Internet de las cosas, Internet of Things o solamente IoT, de un tiempo acá, se encuentra muy presente, ya que son muchos los fabricantes que lanzan al mercado aparatos relacionados a esto, pero, ¿en qué se basa y por qué se llama así?

Ahora bien, el Internet de las cosas tiene que ver con una inmensa cantidad de cosas que se conectan a Internet para compartir datos entre sí.

Como por ejemplo, aplicaciones para IoT, artefactos conectados, máquinas industriales y muchas cosas más. De hecho, estos dispositivos o máquinas conectados a Internet usan sensores integrados que acumulan datos para ejecutar acciones con ellos. Lo cual nos ayuda a mejorar nuestra forma de trabajar y de vivir.

Ya que abarca desde un hogar inteligente, que programa la calefacción y las luces para que se enciendan automáticamente, hasta una fábrica que supervisa las máquinas industriales buscando algún inconveniente y poder realizar los ajustes automáticos necesarios para evitar fallas.

Además de eso, también lo podemos ver en una persona con un pulsómetro o monitor cardíaco, animales en granjas con un transpondedor de biochip en la oreja o en forma de collar. Así como también en un auto que tiene sensores incluidos para alertar al conductor cuando le falta aire a los neumáticos.

Como también puede ser visto en cualquier otro objeto, bien sea natural o artificial al que se le pueda fijar una dirección IP para que sea capaz de transferir datos a través de una red. Es más, cualquier cosa que se pueda imaginar podría ser conectada a internet y funcionar sin la participación humana, de hecho es una interrelación de máquina a máquina o lo que se conoce como una interconexión M2M.

¿Cómo funciona el internet de las cosas?

El Internet de las cosas tiene como función primordial la de obtener información de las cosas por medio de sensores y con dicha información poder tomar decisiones o activar acciones a través de controles. Cabe destacar que cada día su área de actividad se va incrementando, pero, se amerita de una base para la infraestructura de telecomunicaciones.

Además, que los aparatos estén bien equipados con el hardware necesario para poder conectarse a Internet y pueda cumplir con su función. Ya que la tecnología que crea la posibilidad para recoger los datos y enviarlos a la red, para su consiguiente análisis, desempeña un papel de suma importancia.

De tal manera que es fundamental el proceso de comunicación que se emplee en cada uno de los aparatos.

En conclusión, se llega a deducir que su funcionamiento está basado en cinco componentes principales que son:

• Un Hardware y un software: los cuales posibilitan la conexión de cada cosa con Internet, ya que dentro del aparato están los sensores que se encargan de conseguir y enviar la información, y de igual modo están los controles, que se encargan en activar las acciones respectivas.
• El protocolo de comunicación: cuya función se enfoca en que las cosas sean capaces de enviar y recibir información de Internet.
• Una base para la infraestructura.
• Capa de Aplicación: la cual es la responsable de suministrar los servicios al usuario y entre aparatos.

¿Y todo esto con qué fin?, bueno, porque por medio de la información obtenida por los sensores, se toman decisiones que conlleva a acciones. Lo cual nos lleva a automatizar gran cantidad de procesos y de realizar mantenimientos preventivos y correctivos.